Desde no hace mucho tiempo las empresas de control de plagas eran conocidas como empresas de fumigaciones, debido a que muchos de los tratamientos que aplicaban para erradicar plagas de insectos consistían en pulverizar insecticidas sobre las colonias. Actualmente en MASSIM utilizamos cebos para control de plagas tanto para eliminar cucarachas, como para eliminar hormigas y termitas principalmente.
Con el paso del tiempo los variados tratamientos contra plagas han evolucionado debido a la limitación del uso de productos químicos por cuestiones medioambientales, así como el método de aplicación. Aunque siguen empleándose insecticidas mediante pulverización o termonebulización, los productos químicos son cada vez más respetuosos con el planeta. Además se ha producido también un importante cambio en la aplicación de los productos químicos, notándose de manera importante en la aplicación de cebos para insectos.
Ventajas del uso de cebos contra plagas
Hay que indicar que se trata de venenos que el insecto percibe como alimento, cuya ingestión hace que el insecto muera pasado un tiempo, y no inmediatamente. Por ello hay que hacer constancia que los insectos infectados no son capaces de percibir el origen de la intoxicación, con la ventaja de que los individuos contaminados pueden alcanzar la totalidad de la colonia.
Otra ventaja importante es que la cantidad de producto que se libera es bastante menor que con las aplicaciones mediante pulverización o nebulización, percibiéndose un menor impacto medioambiental. Además se evita tener que abandonar el hogar después de la fumigación, sobre todo en el caso de plagas urbanas como las cucarachas.
Cuando se trata de termitas los beneficios son mayores, ya que podemos evitar tratamientos de la madera de mayor coste, los cuales implicaban obras para tratar la madera estructural de las viviendas. Con la aplicación de cebos anti-termita, el alimento envenenado llega a todo el termitero, muriendo la colonia de termitas al completo.
La utilización de cebos para control de plagas de roedores se remonta a bastantes años atrás, pero su uso para insectos ha necesitado de un mayor desarrollo. Debido al uso de formatos en gel, microgotas, y sobre todo investigación sobre la biología de los insectos, se ha avanzado en este campo.
En el caso de las termitas por ejemplo, se ha conseguido desarrollar un producto que sólo actúa sobre la inhibición de quitina sobre las termitas, lo cual permite que al realizar la muda de su exoesqueleto mueran. Para entonces toda la colonia se ha alimentado del producto diseñado específicamente para estos insectos.