Las ciudades como Valladolid, León, Palencia, Salamanca, Burgos, Avila, Segovia, Zamora o Soria pueden ser el hábitat de ciertas aves, debido a la adaptación del propio animal. Es el caso de la paloma, uno de los pocos animales que se acomoda a vivir en las grandes ciudades, debido a la falta de depredadores y la abundancia de alimentos, que hace que prolifere en gran medida y se haga necesario el control de aves de palomas, por ejemplo.
Su elevada densidad de población junto a sus hábitos antropófilos, o sea que se ha adaptado a convivir con el hombre, convierten a la paloma en un animal polémico. Causan molestias al colocar sus nidos en balcones o buhardillas de las viviendas, además de ruido y suciedad. Los excrementos de los animales causan graves daños, sobre todo en los edificios arquitectónicos y zonas verdes, debido a las importantes cantidades de ácidos que presentan. Además, su contacto con los desechos las convierte en transmisoras de enfermedades, pudiendo así contagiar a los humanos. Por ello, cada vez son más ciudades las que dedican esfuerzos en un correcto control y eliminación de las palomas.
Prevenir plagas de palomas
- No dejar restos de comida ni bebida.
- Mantener cerrados los contenedores y cubos de basura.
- Medidas estructurales que minimicen el acceso y entrada a las instalaciones.
Control efectivo de aves en la ciudad
- La presencia de aves rapaces en la zona afectada merma el número de plagas carroñeras, que emigran a otros lugares.
- La instalación de cableados especializados en los edificios o lugares cercanos evita que las aves se posen cerca de las zonas afectadas.
- Reproducción de determinados sonidos digitales que crean la alarma entre las carroñeras, provocándoles el abandono del área.
- Mallas contra pájaros sobre las construcciones, así los ahuyenta del lugar.
- Sistema de pinchos contra pájaros instalados en los lugares donde suelen posarse.