• Detección de plagas. Uno de los problemas más comunes que podemos tener en nuestro jardín o huerto es la aparición de plagas. Enseguida observamos los efectos de dichas plagas, pues apreciamos cómo nuestras plantas o cultivos comienzan a marchitarse y morir. Pero lo que no nos resulta tan evidente, si no tenemos experiencia en este ámbito, es que esos efectos se deban a una plaga. En muchas ocasiones pensamos que quizá sea a causa de un riego excesivo o escaso, a inadecuadas temperaturas, etc. Por eso el primer y más importante paso es detectar que se trata de una plaga.
• Diagnóstico de enfermedades vegetales. Una vez detectado el mal hay que especificar qué plaga o enfermedad es. Esta parte es de gran importancia para poder contraatacar con el tratamiento más adecuado. Las principales causa que perjudican a nuestras plantas o cultivos son:
– Parasitismos animales: generalmente insectos o arácnidos.
– Parasitismo vegetal: generalmente hongos
– Virus y/o bacterias.
– Causas fisiológicas: por ejemplo, falta de luz, exceso de agua, temperaturas no óptimas, desajustes de elementos químicos, etc.
• Erradicación de dichas enfermedades. Una vez realizado un correcto diagnóstico se buscará el tratamiento más efectivo para acabar con la enfermedad y recuperar las plantas o cultivos. Lo más seguro es que haya que realizar un tratamiento fitosanitario. El objetivo de un tratamiento fitosanitario es distribuir un producto plaguicida de manera eficiente y respetuosa con el operador y con el medio ambiente. Para ello, el tratamiento debe:
• Realizarse de manera que el operador se mantenga seguro durante todo el proceso.
• Controlar la plaga, afectando lo menos posible al ecosistema.
• Dejar en las plantas el mínimo residuo posible para que no afecte de ninguna manera a la salud humana.
• Ser económicamente rentable.
• Posterior seguimiento y control. Es una parte del proceso que no debemos olvidar nunca, pues en caso de no llevar un adecuado control posterior al tratamiento aplicado hay una muy alta probabilidad de que la plaga se vuelva a reproducir.
• Medidas de prevención. Un acertado trabajo de prevención evitará cualquier posible problema en un futuro. Aquí también es cierto el «Más vale prevenir que curar».